Hola, origen Te escribo porque llevo mucho tiempo pensando en ti. Me has estado causando un dolor en el pecho muy parecido al paro cardiaco que en algún punto del tiempo te puede dar. Me he preocupado mucho porque esto empezó desde que todo terminó en mí. No puedo compararlo con un vacío porque es, al contrario. Me siento llena, repleta de una sustancia viscosa, una flema estúpida que me tapa la nariz por las noches, me llena la boca cuando estás frente a mí, y se esconde en lo más recóndito de mis pasos de baile en el día. Es divertido, porque no lo entiendo. Digo que alguien vive dentro de mí, alguien triste y melancólico, pero sabe esconderse tan bien de mí, por algo la llame: “mi sombra”. No la encuentro nunca en ningún rincón de mi mente. Jugar a las escondidas con ella es tedioso, como alguna vez lo hice contigo, y nunca te pude encontrar. Siempre me rendía. Pues con ella pasa lo mismo. Pero contrario. No sé si me explico. Somos dos personas distintas, pero a la vez, conectadas